28/5/11

La soledad de los números primos (2008)


Los números primos sólo son exactamente divisibles por 1 y por sí mismos. Ocupan su sitio en la infinita serie de los números naturales y están, como todos los demás, emparedados entre otros dos números, aunque ellos más separados entre sí. Son números solitarios, sospechosos, y por eso encantaban a Mattia, que unas veces pensaba que en esa serie figuraban por error, como perlas ensartadas en un collar, y otras veces que también ellos querrían ser como los demás, números normales y corrientes, y que por alguna razón no podían. Esto último lo pensaba sobre todo por la noche, en ese estado previo al sueño en que la mente producía mil imágenes caóticas y es demasiado débil para engañarse a sí misma.

En primer curso de la universidad había estudiado ciertos números primos más especiales que el resto, y a los que los matemáticos llaman primos gemelos: son parejas de primos sucesivos, o mejor, casi sucesivos, ya que entre ellos siempre hay un número que les impide ir realmente unidos, como el 11 y el 13, el 17 y el 19, el 41 y el 43. Si se tiene paciencia y se sigue contando, se descubre que dichas parejas aparecen cada vez con menos frecuencia. Lo que encontramos son números primos aislados, como perdidos en ese espacio silencioso y rítmico hecho de cifras, y uno tiene la angustiosa sensación de que las quejas halladas anteriormente no son sino hechos fortuitos, y que el verdadero destino de los números primos es quedarse solos. Pero cuando, ya cansados de contar, nos disponemos a dejarlo, topamos de pronto con otros dos gemelos estrechamente unidos. Es convencimiento general entre los matemáticos que, por muy atrás que quede la última pareja, siempre acabará apareciendo otra, aunque hasta ese momento nadie pueda predecir dónde.

Mattia pensaba que él y Alice era eso, dos primos gemelos solos y perdidos, próximos, pero nunca juntos.

La soledad de los números primos

Autor: Paolo Giordiano
Editorial: Salamandra (Colección X Aniversario)
Páginas: 280
Año: 2008
Traducción: Juan Manuel Salmerón Arjona

22/5/11

Campamento Sangriento (1983)

Descubrimos ayer Campamento Sangriento AKA Campamento de Verano (Sleepaway Camp, 1983), que no hay que confundir con Campamento Sangriento (Bloody Murder, 2002). Y, la verdad, nos extrañó no haber visto esta saga. O al menos, no haber visto la primera película de la saga.

La película es el paradigma de slasher de los 80: dos niños viven una experiencia traumática, y ocho años después van de campamento (lo siento, pero a partir de voy a spoilear, es la única manera de poder hablar de la esencia de la película…). Cuando tienen alrededor de 6 años de edad, Angela y su hermano Peter están en el lago, y su padre muere en un accidente, ante los ojos atónitos de su amante, llamémosle X. A partir de entonces, Angela se va a vivir con su tía, una especie de abuela de Kate Perry con mirada de lunática y su primo Ricky.

Con 14 años, ambos primos se van al Campamento Arawak. Angela es una chica muy extrovertida y su primo Ricky tiene que defenderla constantemente de los insultos del resto de compañeros.

Cosa curiosa número 1: los actores o, mejor dicho: las (belleza de las) actrices. Entre Judy, que es la primera chica del campamento a la que le han salido pechos, Meg, que es la malvada supervisora, íntima amiga de Judy y la propia Angela, que la pobre es fea como un dolor de muelas… Incluso hay un extra (en casa le apodamos Uter) que creemos que es chico y chica a la vez. Y se cambia el color de pelo dependiendo de la ocasión. En fin.

Cosa curiosa número 2: la moda. Entiendo a la perfección que era otra época. Todos hemos visto Pesadilla en Elm Street y nos hemos reído con el pelo de Nancy o de la ropa de la hermana de Michael Myers, pero en esta película es un escándalo. Atención especial a los modelitos de baño de los chicos, que vienen siendo un short ajustado por encima del ombligo con una camiseta cortada por debajo del sobaco, enseñando abdomen y vello varonil a partes iguales. También merecen una mención especial los bañadores y bikinis exhibidos por las chicas. Demasié.

Cosa curiosa número 3: los diálogos. Tiene momentos míticos, he encontrado la fuente de dos frases de mi adolescencia, y teniendo en cuenta que la película es de 1983 tiene bastante mérito.

Aparte de estas cosas curiosas, la mecánica de la película es sencilla: si alguien le habla mal a Ángela, muere. Por este motivo, no sabes si el asesino es Ricky, eterno protector, la propia Ángela o incluso su tía, la loca (siempre desde el cariño), en un giro de guión propio de Viernes 13. Hay flashbacks que recuerdan vagamente a Lynch, con tocamientos entre padres, hijos, hermanos y/o primos (al final ya no te queda claro), y un giro de guión propio de Psicosis: Ella, en realidad, es él. Ángela, en realidad, es Peter. Al menos no conserva el cuerpo de su difunta hermana, que sepamos, sentado en la mesa del comedor a punto de tomar el té.

Así hasta el final, donde la película termina con un eterno plano en pausa:

la pobre Angela, que no sabe qué decir...
Para más información:

Sleepaway Camp (1983), de Robert Hiltzik
Sleepaway Camp II: Unhappy Campers (1988), de Michael A. Simpson
Sleepaway Camp III: Teenage Wasteland (1989), de Michael A. Simpson
Sleepaway Camp IV: The Survivor (2002), Kim Markovic (dura solamente 70 minutos)
Return to Sleepaway Camp (2008), de Robert Hiltzik
Sleepaway Camp Reunion (2011) (creo que de momento es solamente un proyecto)

La primera película de la saga es recomendable 100%. El resto, habrá que verlo.

15/5/11

Las partículas elementales (2006)

Nos hemos pasado toda la tarde entre evaluaciones, potenciales, teorías conspiratorias y habilidades. Por qué unas personas son de una manera, y por qué haciendo lo mismo tienen resultados diferentes. La relatividad de la inteligencia, en definitiva.

Y me ha hecho pensar. ¿Qué nos hace inteligentes (o no)? ¿Realmente podemos desarrollar nuestra inteligencia de manera eficaz? Supongo que el quid de la cuestión es mantenerse despierto. Poner a prueba a tu cerebro de forma más o menos constante.



Propuesta número 1
Hay que buscar la novedad y abrirse a nuevas experiencias. El cerebro crea conexiones con cada nueva actividad y la actividad neuronal aumenta. Cosas muy simples que den grandes resultados: leer artículos sobre temas que desconoces, ver una exposición de algo que no sepas nada, ver una película de una cultura diferente...

Propuesta número 2
Desafíate. Cuando se domina una actividad, hay que subir de nivel. Solamente así se consigue progresar, aunque disminuya la eficiencia (la eficiencia no siempre es amiga del desarrollo cognitivo): hacer crucigramas solamente nos permite mejorar haciendo crucigramas.

Propuesta número 3
Pensar de manera más creativa. No hay que limitarse a la experiencia, hay que mezclarla con la creatividad. Relacionar las cosas. Pensar. Rebuscar en el cajón... Seguro que hay algo que da solución a lo que necesitas en este momento.

Propuesta número 4
Hacer que las cosas sean más difíciles: todo el mundo está encantado con que facebook recuerde los cumpleaños, pero hay que intentar recordarlos por uno mismo... Piensa bien antes de teclear el nombre de ésa película que tienes en la punta de la lengua en google.


Propuesta número 5
Interactuar con personas que no pertenezcan a nuestro entorno. Conocer sus historia. Intentar ponerse en su lugar... De esta manera, se aprende a ver las cosas desde diferentes prismas y puedes encontrar razonamientos y soluciones igual de satisfactorias... pero diferentes.

Continuará...

8/5/11

Más extraño que la ficción (2006)

Es domingo. Son las 12:50. Llevo todo el fin de semana dormitando y viendo películas porque realmente necesitaba un descando. Ha sido un alivio que hubiera un concierto al que hemos preferido no ir, y que la semana que viene sea mi cumpleaños. Entonces quedaremos con quien sea, con todos, ya veremos.

Necesitaba descansar de todas las cosas. Y limpiar nuestra linda casita para poder respirar ese ambiente de frescura que solamente encuentras entones. Frescura mezclada con incienso, o algo así. Y disfrutar de la sensación de unas sábanas limpias, de poder ir descalza sin pisar pelotas rellenas de cascabeles. Ir al supermecado y comprar zumos y fruta. Algo así, como decía.

Además, he tenido tiempo de acabarme el libro que estaba leyendo. Ha sido entretenido. Para nada lo fantástico, emotivo ni triste que me habían prometido, pero hay veces en las que te apetece leer simplemente para atesorar: atesorar frases, personajes, momentos de la vida de otras personas. Y nada más.

Por suerte, mi gata pequeña tiene uno de esos fines de semana de mimos. Ha estado todo el tiempo encima de mí, poniendome ojitos, y reclamando atención. Incluso le he grabado un vídeo. Me tiene completamente robado el corazón.

En definitiva, el mayor problema del fin de semana había sido si veíamos Memories of Murder o Party Monster (aunque al final nos decidimos por Splice).

Y me acaba de llamar mi madre:

- ¿Qué tal?
- Pues casi tiene que venir la policía
- ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?
- Que hemos tenido una bronca. Tu hermano me ha tirado la tele al suelo.
- ...
- ¿Sigues ahí?
- Sí, pero es que no sé qué decirte...

Y se mezclan muchas cosas, como siempre. Mi madre y mi hermano llevan años haciéndose la vida imposible, algo que no llego a entender. Mi hermano podría buscarse otro sitio para vivir. No es que tenga treinta años, pero no es ningún disparate. Tiene edad suficiente como para empezar a vivir su vida. A hacer lo que realmente quiere hacer. A tener su espacio, sus responsabilidades, sus manías y sus pequeños lujos. Y por algo que se le escapa a mi entendimiento, no quiere. No tiene ganas. Cuando consigues hablar con él del tema te dice que es que no sabría qué hacer, que le da miedo, que le asusta enfrentarse a la vida de adulto.

Mi madre, por su lado, nunca ha sido muy estable. Ahora menos que nunca porque está es un tratamiento hormonal a causa de una enfermedad que le diagnosticaron el pasado mes de noviembre. Paradojas. Yo no tenía ni idea de que lo más sencillo era el diagnóstico y la operación. Lo peor, de lejos, es después.

Alguien me ha dicho esta semana: un tonto, al hacerse mayor, se vuelve muy tonto. Una persona lista, en cambio, al hacerse mayor se vuelve muy lista. Y algo así es lo que les pasa a ellos. Yo no me fui de casa con 19 años por gusto, la verdad. Siempre me he quejado al mundo de tener que trabajar para vivir en lugar de hacerlo para comprarme ropa o zapatos o teléfonos móviles de última generación. Pero la vida es así. No hay nada gratis. Todo lo que te pasa es producto de algo. En tu mano está sacarle o no provecho. Aprender algo o quejarte todo el tiempo. En fin... Siempre digo que es que hay cosas que sólo se pueden ver con perspectiva, e imagino que esta es una de ellas.

Lo peor de todo es que, realmente, no sé que hacer. Yo no puedo estar buscando mi equilibrio continuamente, y preocuparme del equilibrio de los demás. No puedo, de verdad.

7/5/11

Un lugar sin límites (1978)

Soy conciente de que soy una de las pocas personas que sigue yendo al videoclub y que sigue comprando películas originales de forma más o menos habitual  (por no decir compulsiva). Pero es que a mí eso de descargar películas no me acaba de convencer: la calidad suele ser mediocre (igual que el sonido), a veces empiezan tarde y terminan antes de las letras, los subtítulos parecen copiados directamente de google translate y mejor no hablar de las películas grabadas directamente en el cine. Un espanto. Aunque hay que reconocer que con las descarga directa ha mejorado bastante: ya no intentas descargar Palíndromos y te encuentras con Macumba Sexual.

De todas formas es maravilloso tener tantas películas a tu alcance. Cuando consigues I Saw the Devil, le das las gracias una y mil veces a bellotón y melenudo, y te pasas los 141 minutos que dura la película sinpestañear, porque sabes que ver esa película es un privilegio: (creo que) no se ha estrenado en los cines, no la encontrarás en el videoclub y mucho menos en una estantería de la fnac. Hace unos años solo la habrías visto si en La 2 le hubieran dedicado un ciclo de cine a Jee-Woon Kim...

Por suerte, existen iniciativas como filmin. Filmin es un videoclub online que tiene unas 900 películas catálogo que van renovando (añaden y quitan) semanalmente. Puedes ver películas en VOSE y en HD. Tienen en cuenta películas que no se han distribuido en España (todo un detalle). También tienen una Sección premier (de novedades y pre-estrenos) y Secciones Especiales dedicadas a festivales internacionales. Una pequeña maravilla.

Dónde: http://www.filmin.es/
Cuánto: entre 1,95 y 2,95€ por película y tarifas planas mensuales (un mes, tres o doce).

Filmotech cuenta con más de 1000 títulos y el apoyo del Ministerio de Cultura. Puedes buscar las películas por género y en Terror, por ejemplo, encuentras cosas bastante interesante (como Fast Food Killer, un slasher pseudoochentero curiosamente protagonizado por Leighton Meester). Han organizado el 1er Festival Europeo de Cine Invisible.

Dónde: http://www.filmotech.com/
Cuánto: alquiler a partir de 1,42€

Cineclik cuenta con unos 400 títulos. De momento no parece que tengan mucha variedad, aunque será cuestión de tiempo. En la sección de terror, por ejemplo, tienen unos 50 títulos y yo destacaría Lesbian Vampire Killers (es muy divertida). Al seleccionar una película (para tener más imformación), te ponen el trailer. Aunque dependiendo del caso no sé si es bueno o malo...

Dónde: http://cineclick.com/
Cuánto: hay alquileres desde 0,99€ y tarifa plana mensual de 9,95€.


Es como Supercinexin: el cine sin fin! (no he podido evitarlo...)

P. D. Ya estaba escrito cuando he visto que fotogramas ha dedicado un artículo este mes al "Cine legal en la red". No he tenido más remedio que editar...

6/5/11

La elegancia del erizo (2006)


Día tras día, recorremos nuestra vida como quien recorre un pasillo.

Acordarme de la comida para el gato… ha visto mi patinete es la tercera vez que me lo roban… llueve tanto que parece que es de noche… tenemos el tiempo justo la sesión es a la una… quieres quitarte el impermeable… taza de té amargo… silencio de la tarde… quizá estemos enfermos a fuerza de tener demasiado… todos esos bonzos que regar… esas ingenuas que no son más que desvergonzadas… anda está nevando… y esas flores qué son… pobre animalito que iba haciendo pipí por todos los rincones… cielo otoñal qué tristeza… los días acaban tan pronto ya… a qué se debe que el olor de la basura llega hasta el patio… sabe todo llega a su hora… no no los conocía especialmente… era una familia como las demás aquí… parece flan de azuki… dice mi hijo que los chinos son intratables… cómo se llaman sus gatos… podría recibir y firmar en mi nombre la ropa del tinte… todas estas navidades estos villancicos estas compras qué cansancio… para comer nueces hace falta mantel… cáspita le moquea la nariz… ya hace calor y ni siquiera son las diez… corto champiñones en rodajas muy finitas y nos tomamos el caldo con los champiñones dentro… deja tiradas las bragas sucias debajo de la cama… habrás que volveros a tapizar…

Y entonces, lluvia de verano…

¿Saben lo que es la lluvia de verano?

La elegancia del erizo
Autor: Muriel Barbery
Editorial: Seix Barral, Colección Booket
Páginas: 367
Año: 2006
Traducción: Isabel González-Gallarza

5/5/11

Cada uno busca su gato (1996)

Está siendo una semana llena de sorpresas, de noticias y de conspiraciones varias. Sobre todo en el trabajo.

Una compañera ha decidido adoptar un gato. Acaba de dejarlo con su pareja y a todas nos ha parecido una idea estupenda. Un gato pide y da mucho amor. Mucho. Pasa mucho tiempo contigo, te entretiene y te hace el mal a partes iguales.

Aunque todo el mundo piensa que son muy independientes y traicioneros, en realidad son pequeñas bolitas que crecen con el amor que le das. Son adorables.

Son capaces de seguirte a todas partes, de abrazarte cuando duermes, de ver un partido en la televisión contigo, de comerse tus deberes o de dormirse dentro de tu bolso.

Les encanta toda tu ropa, les gusta meterse contigo en la ducha, maullan pidiendo mimos y te miran desde encima de la nevera. Se suben encima de tí cuando intentas leer un libro, les encanta que les pongas una latita, y te echan mucho de menos después de un largo día de trabajo. Son el paradigma perfecto del quid pro quo.

el gato más lindo del mundo

Espero, de corazón, que encuentres el tuyo pronto. Ya verás como llena tu vida de sonrisas.

4/5/11

Barfly (1987)

Hoy he robado una noticia en el metro, mientras iba a trabajar, que decía algo así: Hoy, el "perdedor" de las letras resucita. Ojiplática me he quedado y he tenido que hacer una investigación urgente...

Resumiendo, Robert Crumb, uno de los fundadores del cómic underground, ha ilustrado tres relatos de Bukowski y por fin la edición ha llegado a España. Se trata de Tráeme tu amor, No funciona el negocio y Bop, bop, contra aquel telón. Ahora mismo no los ubico, porque la noticia me ha cogido un poco por sorpresa, pero parece ser que los relatos no son inéditos, lo inédito es solamente la publicación.

De todas formas, leer tres (siempre excepcionales) relatos de Bukowski en una edición especial ilustada por Robert Crumb tiene que ser algo... especial. Eso seguro.

Veremos.

Editorial: Libros del Zorro Rojo
Páginas: 57
Año: 2011
Traducción: Marcial Souto

1/5/11

Nunca robes cosas pequeñas (1959)

Me gusta ver el telefilme de antena 3 los domingo por la tarde con la familia, echando a suertes quien baja a comprar una merienda bien dulce. Me gusta ir a una sala de cine y estar con los ojos abiertos como platos viendo cualquier película de acción (aunque a veces me duerma). Me gusta ir al videoclub y encontrar la película que queríamos ir al ver al cine y que, sin darnos cuenta (cómo pasa el tiempo...) ya está en la zona de estrenos. Y encima si te llevas cuatro pagas tres: nadie puede decir que no.

Me gusta ir al Festival de Sitges a ver una película de terror. Adoro los minutos antes, cuando miro a la gente que hay en la sala, veo camisetas originales, veo modernillos que tienen que estar allí, veo amantes absolutos del cine de terror (y me pregunto si serán los que escriben en los blogs y foros que tanto me gustan), veo personas asustadas que acompañan a alguien, los organizadores, los chupi-guays que tienen acreditación... Y siento un cosquilleo en la barriga que me encanta que echo de menos año tras año y que solo me vuelve a pasar cuando vuelo en avión. La sensación de que no sabes qué vas a ver: puede ser la película que, a partir de entonces, recomendarás por todo el mundo o la película que, definitivamente, te haga salir del cine.

Me gusta cuando decidimos ir a algún festival (mod). Ver qué películas hay, qué las ha llevado hasta allí, saber porqué ésas y no otras, porqué proyectarán la última película de Kitano y no la penúltima de Miike. Elegir y acertar o simplemente vivir la experiencia.

El cine al aire libre, las noches en la Sala Montjuic (donde Todo está iluminado), ir al Méliès a rever Pulp Fiction o descubrir Barton Fink. Llevar engañada a una amiga a ver La Casa de los 1000 cadáveres o a mi querida madre al Festival de Sitges y que me pregunte en la cola si habrá mucha sangre en la película.

¿Y lo de esperar (ansiosa) el estreno de, a saber, la nueva película de Todd Solondz, o de Aronofsky? O descubrir por absoluta casualidad una película que te cambia la vida. Ver Dogville y darle un giro a tu vida. Ver París, Texas y decidir poner fin a una relación. Llorar hasta la extenuación al ver Million Dollar Baby (qué gran película, por Dios!). Que caiga en tus manos una copia pirata (piratísima) de Welcome to the Dollhouse y a partir de entonces hablar de Dawn Wiener como la antiheroina. El club para gente especial se ha convertido en un clásico, y Goddbye Dragon Inn sale en todas nuestras conversaciones, para bien o para mal.


Descubrir una noche de películas con los amigos Shaolin Soccer o al genuino Scott Pilgrim. Ver Los Surferos Nazis deben morirLos fantasmas de Edendale Hard Rock Zombie.

Y reír. Y llorar, pensar, aprenderte frases de películas, sentirte completamente identificada con la protagonista, desear dirigir una película o escribir un guión tan bueno como el que acabas de ver. Cerrar los ojos de miedo (o de asco), encender las luces rapidamente cuando vas a la cama, o mirar hacia atrás cuando vas sola por la calle. Llevar un pin, una camiseta, o comprar un DVD en Freaks.

Me gusta el cine, y no sé por qué.